La migración por el Darién deja de ser un tema humanitario para Panamá y pasa a ser un problema de seguridad nacional

La selva del Darién, situada en Panamá, es el paso obligado para miles de personas de múltiples países que cada día intentan llegar a Estados Unidos en busca de una vida mejor. Sin embargo, esta migración masiva e irregular ha generado una situación crítica que las autoridades panameñas han decidido abordar desde una perspectiva diferente.

De tema humanitario a problema de seguridad nacional

Así lo expresó el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, quien afirmó que el asunto ha dejado de ser un tema humanitario para convertirse en un «problema de seguridad nacional». El ministro hizo estas declaraciones durante una reciente gira de trabajo en el Darién, donde pudo constatar el impacto que tiene esta migración en las comunidades indígenas y el medio ambiente.

Pino criticó la actitud de los países del sur, a los que acusó de «darle la espalda al problema» y permitir que las personas sigan cruzando sus fronteras sin control. «Esto tiene un límite», advirtió el ministro, quien anunció que como gobierno tomarán «ciertas decisiones» al respecto. Sin embargo, no quiso adelantar cuáles serían esas medidas, pues dijo que las posibilidades serán analizadas en consejo de gabinete.

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La crisis ha escalado

Por su parte, Samira Gozaine, directora de la Autoridad Nacional de Migración, confirmó este lunes 28 de agosto que la noche anterior habían llegado a Panamá 2 mil 800 personas procedentes del Darién. Según Gozaine, hasta el día de hoy han pasado por esa selva 320 mil personas desde que comenzó la crisis migratoria.

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La directora calificó la situación como «crisis escalada» y coincidió con el ministro Pino en que se trata de un asunto de «seguridad nacional». «En el mes de agosto más de 55 mil personas cruzaron (el Darién). Ya es un problema de seguridad nacional. Esto está trastocando la vida de los poblados (…) No hay nada humanitario en seguir permitiendo esta migración», afirmó.

Cerrar la frontera, una opción compleja

Ante la pregunta sobre la posibilidad de cerrar la frontera con Colombia para frenar el flujo migratorio, Gozaine reconoció que a ellos como autoridades les gustaría poder decir que sí, pero el tema es complejo, pues se trata de 266 kilómetros de jungla. «Si se puede pero requiere voluntad, y ningún país quiere quedarse con el problema. Cerrarla nos gustaría. Ningún país al sur quiere quedarse con el problema», manifestó.

Gozaine adelantó que se reunirá con un equipo de ministros para analizar las medidas que tomarán frente a esta situación, que calificó de «insostenible». Mientras tanto, miles de personas siguen arriesgando sus vidas en el Darién, una de las selvas más peligrosas del mundo, con la esperanza de alcanzar el sueño americano.

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