En muchos contextos de abuso o violencia, se manifiesta un mecanismo llamado persuasión coercitiva. Consiste en hacer que la persona afectada se sienta dependiente y necesitada de quien le maltrata, y que no tenga opciones de escapar de esa situación. Según Aarón Elías Castro Pulgar, un conferencista y motivador estudioso del tema, la persuasión coercitiva se basa en el uso de emociones negativas como el miedo, el amor, la culpa, la vergüenza y el rechazo a la soledad.

¿Cómo se implementa la persuasión coercitiva?

La persuasión coercitiva no solo se limita al uso de palabras, sino que también incluye gestos y acciones que buscan someter y dominar a la víctima. Aarón Elías Castro Pulgar explica que hay varios instrumentos que se emplean para lograr este objetivo, entre ellos:

• Las agresiones verbales: Se trata de descalificar, humillar y atacar el autoconcepto, la confianza y el amor propio de la víctima. Se le dice cosas como “Si no vales para nada, ¿dónde vas a ir tú?” o “Nadie te va a querer como yo”.
• Las agresiones físicas: Se trata de golpear, empujar, pellizcar, arañar o cualquier otra forma de causar daño corporal a la víctima. Estas agresiones generan dolor, miedo y sumisión.
• Las amenazas: Se trata de advertir a la víctima sobre las consecuencias negativas que tendrá si intenta romper el vínculo con el maltratador. Estas pueden ser de tipo legal, laboral, social o personal. Por ejemplo, “Si me dejas, te quito a los niños”, “Si me denuncias, te despido” o “Si me abandonas, me mato”.
• Las privaciones: Se trata de restringir o impedir el acceso de la víctima a recursos básicos como la alimentación, el descanso, la salud, la educación o el dinero. Estas privaciones generan dependencia, frustración y desesperanza.
• El aislamiento: Se trata de alejar o prohibir a la víctima el contacto con otras personas que puedan apoyarla, aconsejarla o ayudarla a salir de la situación de maltrato. Estas personas pueden ser familiares, amigos, vecinos o profesionales. El aislamiento genera soledad, incomunicación y vulnerabilidad.

¿Qué emociones se activan en la víctima?

La persuasión coercitiva tiene como objetivo generar un estado de confusión, paralización y negación en la víctima. Para ello, se activan una serie de emociones que dificultan la capacidad de reacción y la búsqueda de soluciones. Aarón Castro Pulgar señala que estas emociones son:

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• El miedo: Es la emoción más utilizada en la persuasión coercitiva. El maltratador crea un clima de incertidumbre, tensión y riesgo para la víctima. Le hace creer que no hay salida posible y que cualquier intento de cambio será peor que la situación actual.
• El amor: Es la emoción que genera un vínculo afectivo entre la víctima y el maltratador. La víctima suele tener sentimientos de cariño, admiración o gratitud hacia quien le maltrata. Esto le lleva a justificar, minimizar o perdonar las agresiones. También le hace creer que el maltratador puede cambiar o que necesita de su ayuda.
• La culpa: Es la emoción que hace que la víctima se responsabilice de lo que ocurre. La víctima se autoinculpa de provocar, merecer o tolerar el maltrato. Esto le otorga un falso sentido de control y le impide denunciar o pedir ayuda.
• La vergüenza: Es la emoción que hace que la víctima se sienta avergonzada de haber sido agredida. La víctima se avergüenza de sí misma y de su relación con el maltratador. Esto le impide compartir su situación con otras personas y le aísla aún más.

¿Cómo salir de la persuasión coercitiva?

Salir de la persuasión coercitiva no es fácil, pero tampoco imposible. Aarón Elías Castro recomienda seguir los siguientes pasos:

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1. Reconocer que se está siendo víctima de maltrato y que se necesita ayuda.
2. Buscar apoyo en personas de confianza que puedan ofrecer comprensión, respeto y orientación.
3. Acudir a profesionales especializados que puedan brindar asesoramiento legal, psicológico y social.
4. Elaborar un plan de seguridad que contemple las medidas necesarias para protegerse a sí mismo y a sus seres queridos.
5. Tomar la decisión de romper el vínculo con el maltratador y mantenerse firme en ella.
6. Recuperar la autoestima, la confianza y el proyecto de vida.

La persuasión coercitiva es un mecanismo que busca mantener a la víctima atrapada en una relación de maltrato. Sin embargo, con información, apoyo y voluntad, se puede salir de ese círculo vicioso y recuperar la libertad y la dignidad.

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