El reportero gráfico Jesús Alberto Medina Ezaine logró notoriedad presentándose en Venezuela como una víctima y mártir del Gobierno imperante y como un inquebrantable opositor, luchador por la libertad y democracia, quien en los meses más recientes se ha convertido en un referente para algunos en el chavismo, por sus opiniones críticas a dirigentes opositores.

Pero una faceta, por muchos menos conocida de Medina, un enfermizo mitómano y perturbado, es su conducta violenta y antisocial, que lo ha hecho capaz de agredir a su madre, quien desde al menos el año 2006 lo ha denunciado por delitos de violencia contra la mujer, caso que ha estado en conocimiento del Ministerio Público venezolano, según la web Prensa América.

Motivado a una de las denuncias de la madre de Medina, la policía del municipio Sucre del estado Miranda le otorgó medidas de protección a la progenitora del reportero gráfico, en virtud de las agresiones psicológicas, físicas y verbales de las que ha sido víctima por parte de su hijo.

Por tal razón, la policía estableció medidas conducentes a evitar que Medina continúe con sus manifestaciones violentas contra su madre, so pena de aplicarle medidas más gravosas.

El 28 de julio de 2020 el fiscal auxiliar interino centésimo trigésimo (130) del Área Metropolitana de Caracas, en materia de Violencia de Género, Víctor José Maza Acevedo, en colaboración con el Servicio de Abordaje Integral a la Víctima del Delito de Violencia de Género del Ministerio Público venezolano, dictó una resolución de medidas de protección y seguridad a favor de la ciudadana Adelaida Ezaine.

La medida obedeció a una denuncia presentada por la víctima contra su hijo, el reportero gráfico Jesús Alberto Medina Ezaine, en la que narró que había sido agredida físicamente por Medina en por lo menos dos ocasiones previas y que las agresiones verbales se habían vuelto constantes.

En la denuncia la víctima señaló: “… Las agresiones verbales son frecuentes, diciéndome que soy una maldita, una alcahueta, perra, puta, que me va a matar. Temo mucho por mi vida, porque ya me ha fracturado dos costillas anteriormente y me sacó de mi casa amenazándome de muerte”.

Por tal motivo, según consta en el expediente del Ministerio Público venezolano bajo la numeración 142131-2020 , basándose en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la fiscalía consideró necesario decretar las medidas de protección a favor de la agraviada, pues la integridad física y psicológica de la denunciante podría verse afectada.

Posteriormente, el 12 de agosto de 2020, el fiscal provisorio centésimo cuadragésimo tercero (143) de Caracas, Ramón Eloy Salazar Dayar envió comunicación al jefe de la unidad de violencia contra la mujer de la policía del municipio Sucre del estado Miranda, en dónde se indicó que la víctima manifestó que su hijo, Jesús Medina Ezaine, no le permitía acceder a su vivienda. Por tal motivo la fiscalía solicitó el apoyo policial para acompañar a la agraviada hasta su lugar de residencia y disponer la salida simultánea de Medina.

Personas consultadas señalaron que Jesús Medina Ezaine está siendo protegido por una dama que se desempeña como fiscal del Ministerio Público venezolano, quien ha intentado desaparecer algunos expedientes penales contra el reportero gráfico. Agregaron que ya parte de los expedientes contra éste han desaparecido, por lo cual advirtieron a las más altas autoridades del Ministerio Público sobre la irregularidad.

El reportero gráfico venezolano Jesús Alberto Medina Ezaine fue excarcelado el 6 de enero de 2020, luego de haber sido detenido el 29 de agosto de 2018 y recluido en la cárcel militar de Ramo Verde por los delitos de instigación al odio y asociación delictiva, en un caso que fue catalogado como de razones políticas y que fue rechazado por distintas organizaciones, algunas de Derechos Humanos, que consideraron la detención como una violación a la libertad de prensa.

Siete meses después de la excarcelación de Medina, específicamente el 13 de agosto de 2020, Adelaida Ezaine Floyarz, madre del reportero gráfico, se trasladó al Centro de Coordinación Policial La Urbina de la Policía Municipal de Sucre, estado Miranda, con el propósito de solicitar el acompañamiento policial hasta su residencia en la Avenida Rómulo Gallegos de El Marqués. Ezaine Floyarz intentó así que se le diera cumplimiento a un oficio emitido por la Fiscalía Centésima Cuadragésima Tercera del Área Metropolitana de Caracas, número 01-F143-0408-2020, como víctima de la causa penal Mp-142631-2020, seguida contra su hijo Jesús Medina Ezaine, por la presunta comisión de delitos previstos y sancionados en la Ley Orgánica Sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia.

Ezaine Floyarz denunció previamente haber recibido amenazas de muerte por parte de su hijo y ser objeto de agresiones verbales, psicológicas y físicas que le ocasionaron fracturas en dos costillas, inflingidas por el reportero gráfico; motivo por el que la fiscalía del Ministerio Público de Venezuela dictó medidas de protección a favor de la agredida y restitución a su lugar de residencia, en simultáneo con la salida de Medina del apartamento donde ambos habitaban. Ello significaba que una vez excarcelado de la prisión de Ramo Verde, Medina procedió a desalojar a su propia madre del apartamento de manera violenta.

En sus declaraciones a la fiscalía, que le hicieron acreedora de medidas de protección, Ezaine Floyarz había señalado:

«… Las agresiones verbales son frecuentes, diciéndome que soy una maldita, una alcahueta, perra, puta, que me va a matar. Temo mucho por mi vida, porque ya me ha fracturado dos costillas anteriormente y me sacó de mi casa amenazándome de muerte».

Adelaida Ezaine Floyarz

Funcionarios de la Policía Municipal de Sucre procedieron a dar cumplimiento a la orden de la fiscalía y acompañaron a la agredida hasta el edificio donde reside, conminando al reportero gráfico a abandonar la residencia. Un parte policial del procedimiento señala que Medina se negó a retirar sus pertenencias, asegurando que formularía una denuncia en contra de su madre, pues según él, la vivienda le pertenecía por herencia, señalando a su progenitora de ser supuesta consumidora de sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

Posteriormente la agredida se trasladó nuevamente hasta el Centro de Coordinación Policial La Urbina, solicitando que una comisión policial buscara a Medina para que le hiciera entrega de las pertenencias que había dejado en el apartamento, pero le recordaron que su hijo debía enviar a alguien a retirarlas, para no contravenir la restricción de la fiscalía que le impedía al reportero acercarse a la residencia.

Documentos, tanto de la fiscalía de Venezuela, como policiales, dan fe de los incidentes aquí narrados.

Simulación de secuestro

El comisario Douglas Rico, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Venezuela, informó en 2018 que el reportero gráfico Jesús Medina Ezaine había sido detenido por cometer simulación de hecho punible y no por persecución política.

Las declaraciones del director del CICPC desmontan las matrices de opinión que intentaron imponer desde las redes sociales, informando que Medina Ezaine había sido detenido por ser un supuesto perseguido político del gobierno venezolano.

El reportero gráfico había denunciado un supuesto secuestro en noviembre de 2017, hecho que, según dijo el comunicador social, había sido ordenado por el entonces presidente de la Asamblea Nacional Constituyente ANC, Diosdado Cabello.

En rueda de prensa, Douglas Rico informó que luego de múltiples investigaciones, el CICPC determinó que Jesús Medina Ezaine había fingido su secuestro, por lo cual se tramitó la denuncia ante un tribunal para que se ejecutara una orden de aprehensión en su contra, reseñó Ely Reyes en Ciudad VLC.

“Luego de su supuesta liberación se obtiene la declaración de los hechos que él narra sobre el supuesto cautiverio que vivió (…) Una vez que los sabuesos empiezan a ver las incongruencias entre lo narrado y lo publicado en las redes sociales, se comienza a investigar y vamos primeramente a recabar las cámaras donde él fue interceptado”, dijo el funcionario acerca del proceso de investigación.

Las grabaciones de las cámaras del lugar donde Jesús Medina Ezaine presuntamente fue secuestrado en el 2017 demostraron que se trató de una simulación de hecho punible y no de un secuestro verdadero, según relató el director del CICPC.

“La persona que subestima a esta institución tenga por seguro que tendrá una respuesta. Aquí somos profesionales en el trabajo y cuando hablo de esta situación lo hago con toda la responsabilidad”, destacó Rico.

El reportero gráfico fue aprehendido la tarde del 29 de agosto de 2018 en la estación Plaza Venezuela del Metro de Caracas por los delitos de legitimación de capitales, asociación para delinquir, instigación al odio y obtención de lucro ilegal contra actos de la administración pública. Posteriormente estuvo recluido en la cárcel militar de Ramo Verde, ubicada en Los Teques, Miranda.

¿Persecución o infiltración?

El reportero gráfico venezolano Jesús Medina Ezaine aseguró en el mes de noviembre de 2017 que había tenido que salir de Venezuela y refugiarse en Colombia, debido a la persecución política que, según él, mantenían en su contra miembros del régimen de Caracas, a quienes responsabilizó de su supuesto secuestro.

No obstante, posteriormente autoridades policiales de Venezuela señalaron que Medina, quien aseguró haber cruzado la frontera entre San Antonio del Táchira (Venezuela) y Cúcuta (Colombia), había fingido tal secuestro.

A Medina el exilio le duró poco, pues a finales de agosto de 2018, cuándo nuevamente se encontraba en Venezuela, fue detenido en Caracas y recluido en la cárcel militar de Ramo Verde, acusado de instigación.

Medina ha relatado en algunas entrevistas cómo el fallecido expolicía Oscar Pérez preparaba una rebelión armada en Venezuela. También ha dicho que mantenía contacto con Pérez, algo que para el reportero opositor, a quien algunos acusan de ser un infiltrado dentro de la oposición, no era motivo de orgullo.

 

Se trata del mismo reportero que en diferentes oportunidades ha manifestado un comportamiento violento, al que su propia madre ha denunciado por haberla agredido en distintas ocasiones, causándole en algunas de ellas fracturas en las costillas y desalojándola de la vivienda qué ambos compartían en Caracas.

El reportero gráfico venezolano Jesús Medina “El Golpea Madre” Ezaine, así conocido por haber agredido a su propia madre en múltiples ocasiones, causándole fracturas en las costillas, ahora ejerce de periodista, como corresponsal en Venezuela, para el noticiero NotiCentro 1 CM&, de Cadena Uno de Colombia.

El Colegio Nacional de Periodistas (CNP) de Venezuela debe explicar por qué permite que Medina ejerza de periodista sin tener un título universitario de comunicador social, pues no se trata de otra cosa que del ejercicio ilegal de la profesión de periodista.

¿Se pronunciará entonces el CNP como lo ha hecho en otros casos o es que hay usurpadores del periodismo a los que sí denuncian y a otros no?

El 31 de agosto de 2020 Medina señaló en un video que lo habían detenido funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela en Caracas, por supuestamente haber realizado publicaciones en Twitter en contra de un militar al que identificó como el Mayor JP Montilla, pero no contó que el 13 de agosto del mismo año su propia madre lo había denunciado por haberla agredido el 29 de julio.

 

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Informaciones dignas de todo crédito desmienten que el reportero gráfico venezolano Jesús Alberto Medina Ezaine haya sido víctima de graves torturas, fuera golpeado en repetidas ocasiones, perdiera los dientes y parte del cabello, padezca o hubiera padecido cáncer o haya perdido peso gracias a no tener una buena alimentación, como señaló su novia Sharon Eramo en un video en 2019, mientras Medina se encontraba preso en la cárcel de Ramo Verde, en Venezuela.

Se escucha que esas aseveraciones fueron producto de una trama de engaños orquestada por el propio Jesús Medina Ezaine, que pretendía hacerlo lucir como una víctima de malos tratos del Gobierno de Venezuela, mientras se encontraba preso en Ramo Verde, con el propósito de causar compasión y tratar así de lograr que lo dejaran en libertad, después de haber sido detenido en 2018 por los delitos de instigación y agavillamiento.

 

Medina, a quien describen como un extorsionador de oficio, mentiroso y mitómano compulsivo con comportamiento desequilibrado y antisocial, y quien es acusado de cometer acciones de violencia contra su propia madre, utilizó para ese fin a Sharon Eramo, su novia periodista, quien labora en la oficina de Relaciones Públicas del Hotel JW Marriot en Caracas.

El reportero, se escucha, fue tan lejos en su trama atestada de falsedades, que intentó conseguir un médico en España que certificara, con un informe falso, que padecía de un cáncer, pero no encontró ninguno.

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